
Quizá sea que está acabándose el año, o que estamos en unas
fechas muy entrañables o quizá solo sea porque el maldito Facebook no para de
recordarme momentos, pero dentro de mí se agolpan muchas sensaciones.
Sentimientos encontrados. Por una parte recuerdo todos esos grandes momentos
que viví o todos esos amigos, amigos de verdad, que me lleve y me hace sacar la
mayor de las sonrisas, pero por otra parte, esos mismos pensamientos acaban
derivando en nostalgia, o morriña como diríamos en mi tierra, de no poder
disfrutarlos ahora, en este momento.
Recuerdo que justo antes de empezar la aventura del Erasmus,
todos aquellos colegas que ya lo