
Aprovechando
que se aproximaba la fiesta de Halloween, y su correspondiente festivo,
decidimos aprovechar esas fechas para viajar. Arrancamos el sábado 29 de
Octubre, en torno a las 12 de la mañana, y con un retraso de unos 30 min con
respecto al horario oficial, algo bastante típico con la compañía Polskibus (ya
citada en varios post, http://www.polskibus.com/pl/index.htm). El precio del billete ida/vuelta
fue de unos 15€ por persona, y el trayecto es de unas 7 horas aproximadamente,
ya que realiza algunas paradas.
Un buen dato
a tener en cuenta, es que el viaje lo organizamos una semana antes, con lo cual
los precios se incrementan. En el caso del hostel, tuvimos que conformarnos con
lo poco que quedaba, su nombre es “Chili Hostel” (http://www.chili.dj/) y nos costó unos 60€ por persona
las 4 noches que allí estuvimos.
Como decía
anteriormente, después de unas 7 horas en el bus, llegamos a destino. Nos
trasladamos al hostel, y como ya eran las 8 de la tarde, decidimos arreglarnos
y bajar a disfrutar de la noche de Praga. Tratándose del país que más cerveza
consume por persona del mundo, que menos que probar algunas cervezas. Decidimos
ir al “Prague Beer Museum”, una cervecería que está situada en una de las zonas
de fiesta de la ciudad, y que cuenta con una amplísima carta de ese oro
liquido. Casualmente enfrente de dicha cervecería, se encuentra la discoteca a
la que más nos apetecía ir esa noche, “Roxy”. El resto de la noche se resume en
beber una cerveza, y otra más, y después de esa, pues otra más…
Y saltamos a
la mañana del domingo 30, que aunque parezca mentira, no la pasamos durmiendo.
Conseguimos levantarnos “temprano” para poder pillar algunas horas de sol e
intentar ver algo de la ciudad. Pero el problema llego cuando pocos metros después
de salir del hostel, nos encontramos con un cartel gigante que ponía “ICE PUB
PRAGUE” (http://www.icepubprague.cz/).
A penas eran las 11 de la mañana y decidimos tomarnos un vodka bien fresquito,
a unos -8º. Somos Erasmus, podemos permitirnos hacer este tipo de cosas.
Una vez
entrados en calor, aprovechamos, como en todos nuestros desplazamientos, un
free tour para poder descubrir la ciudad de la mejor forma. Este free tour se
centraba en la zona de “Estare Mesto” y el “Barrio Judio”. Para rematar el día
nos recomendaron un local para tomar unas cervezas, llamado “Vzorkovna”. Es un
local en el que entras y te dan una pulsera con el importe que tú quieras
cargarle, y cada vez que vayas a por una cerveza te lo descuentan de dicha
pulsera. Y si sabes tocar algún instrumento, este es tú local, porque tienes a
tu disposición una serie de ellos.
Decidimos
dormirnos pronto, por lo que el día 31, nos levantamos con muchas ganas de ver
Praga, previo paso de un buen desayuno. Me recomendaran una café muy típico y
con una gran historia en la ciudad, nada más y nada menos que desde 1884
abierto. El “Café Slavia”, es de esos pocos cafés que aún quedan en algunas
ciudades, que nada más entrar por la puerta, ya notas la esencia de la ciudad
en la que te encuentras.
Esa mañana
recorrimos toda la “Colina de Petrin”, y creedme que la caminata merece la
pena, solo por las vistas de la ciudad. Y después del recorrido turístico, que
mejor manera de recuperar fuerzas, que probar una de las comidas típicas del país,
el “codillo”. En el free tour nos recomendaron un restaurante típico y con un
precio asequible, su nombre “Pivnice Stupartská” (http://www.pivnicestupartska.cz/).
Fue tal la cantidad de carne que ingerimos, que ya pasamos de cenar. Muy
recomendable el sitio.
Por la noche
y coincidiendo con la fiesta de Halloween, aprovechamos para visitar una de las
discotecas con más fama de la ciudad, “Karlovy Lazne”, con 5 plantas de diversión
asegurada.
La noche ya
podéis imaginarla, por lo que pasamos al día 1, y como cabía de esperar, nos
levantamos para comer. En este caso me recomendaron otro restaurante muy típico
de la ciudad y con cerveza casera que producen en el mismo local. Su nombre es “Restaurante
U Fleku” (http://en.ufleku.cz/), y es un
tipo de cervecería con mesas alargadas, donde compartes taburete mientras comes
con el resto de comensales, la comida típica checa y amenizada con música en
directo de fondo. Tanto la cerveza como la comida es espectacular, aunque va
acorde con el precio, es decir, es algo carillo comparado con el plan que
solemos llevar los Erasmus. En mi opinión, merece la pena probarlo si te quieres
empapar de la cultura checa.
El resto del
tiempo que permanecimos en Praga, poco más que destacar. Continuamos con las
visitas turísticas a sitios como el muro de John Lennon, la cuna del rio
Moldava, la calle más estrecha del mundo, etc.
En resumen, Praga, destino recomendadísimo. Ciudad preciosa, gastronomía increíble y buena fiesta, el coctel perfecto para un Erasmus. Eso sí, los precios son más elevados que en Polonia.
Una
Barba en Polonia.
BONUS: Y por último y aportando su granito de arena como siempre, Katalin Alvarez, nos deja una de sus reflexiones sobre el viaje...
BONUS: Y por último y aportando su granito de arena como siempre, Katalin Alvarez, nos deja una de sus reflexiones sobre el viaje...
8 Arboles de tono cobrizo en cola para entrar al invierno.
A tu izquierda 1000 personas en el puente de Carlos, si dios quiere unas pocas menos.
77 cm de ancho de la calle Kozeluzska, tssss quieto ahí, espera a que el semáforo se ponga en verde.
Un olor.
Olor a salchicha y patatas fritas: 5 puestos de comida rápida.
Algo notas en tu nuca.
3 negros ofreciéndote hierba. 1 tranvía cortando la calle.
-6 grados en el bar de hielo y 40 en el cóctel de bienvenida.
5 días y 4 julais en Praga.
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