Empezamos a preparar esta ruta en Febrero. Basamos el viaje
alrededor del festival “Spring Break Island” que se lleva a cabo en la Isla de
Pag en Croacia, con lo cual buscamos un viaje que nos englobara las fechas
previas y posteriores al festival y con una distancia kilométrica acorde a
dicho punto establecido. No existen adjetivos suficientes para describir tal
viaje.
Etapa 1:
Cracovia-Milán. Empezamos nuestro viaje el día 29 de mayo desplazándonos a
Varsovia para coger nuestro vuelo destino Italia (los vuelos tuvieron un coste
de unos 50€ ida y vuelta con la compañía Ryanair, aunque la vuelta es directa a
Cracovia). Para desplazarnos a Varsovia utilizamos el tren (Importante tener en
cuenta que con el carnet de estudiante tienes un 50% de descuento). A las 18:45
partimos destino Milán, con 2 horas de vuelo por delante.
Una vez aterrizados en Bergamo, nos dirigimos a la oficina
de alquiler de coches. El precio de la furgoneta, con espacio para 9 personas,
y para 10 días, fue de 430€. Ya motorizados, pusimos rumbo al centro de la
ciudad, donde teníamos alquilado un piso (unos 12€ por persona). Cenamos unas
pizzas y nos fuimos a descansar para afrontar la dureza de la siguiente etapa
(ni que fuera el Tour de Francia…).
Etapa 2:
Milán-Cinque Terre-Pisa-San Gimignano. Día 30, 7 de la mañana y con algo más de 450
km por delante, empezaba nuestro día. Lo primero visitar Milán. Nos dedicamos a
ver lo más relevante de la ciudad, Parque Sempione, Castillo Sforzesco, Galleria
Vittorio Emanuele II, San Siro y por supuesto “il Duomo”. A eso de las 12.30 de
la mañana teníamos acabada la visita y pusimos rumbo a Manarola. Dicho pueblo es uno de los 5 que compone la
zona de Cinque Terre, que se encuentra en la costa del Mar de Liguria. Esta
considerado unos de los 10 pueblos más bonitos del mundo, además de San
Gimignano, otro de los pueblos que visitaremos en nuestra ruta (según diversas
publicaciones de viajes). La ruta en coche es de unas 3 horas aproximadamente.
Una vez llegados a Manarola tuvimos que dejar el coche
aparcado en la parte alta del pueblo, ya que no te dejan adentrarte con él, en
el centro. Merece la pena bajar dicha pendiente hasta llegar al agua, viendo
los viñedos de sus laderas o cada una de sus casas pintadas de un color. El
pueblo tiene unas vistas maravillosas hacia el mar con el sol de fondo. Sin
duda no te lo puedes perder…
Después del pertinente book fotográfico, cogimos carretera
hacia nuestro siguiente destino del día, Pisa (1h y 30 min de recorrido
aprox.). Llegamos entorno a las 19:30h, con el sol necesario para poder
contemplar la torre y poder sacar unas fotos. Si os soy sincero lo poco que
vimos del pueblo fue la zona de la torre, y algo desde el coche. No podría
decir si merece la pena pasar algo más de tiempo allí. Eso sí, la zona de la
torre y la Piazza, recomendadísimo.
Ya por último en el día, arrancamos dirección San Gimignano,
donde nos pegamos uno de los caprichos del viaje… ¡¡alquilar una villa en la
toscana!! Y de verdad os digo que mereció la pena. El alquiler fue por 2 noches
y un precio de unos 23€ por persona.
Etapa 3: Florencia. Día
31, nos sonó la alarma en torno a las 9 de la mañana aproximadamente. Sinceramente nos levantamos con una cara de satisfacción
y alegría al ver las vistas que teníamos desde la ventana y decidimos prepararnos
el desayuno para terminar de culminar tal felicidad.
Ya con el estómago lleno partimos rumbo a Florencia, que nos
quedaba a unos 30 min de la casa. La primera parada antes de adentrarse en la
ciudad fue en la “Piazzale Michelangelo”,
que es uno de los miradores más bonitos de la ciudad. Desde ese punto bajamos hacia
la “Piazzale di Porta Romana”, donde nos recomendaron aparcar, tanto por la
facilidad como por el hecho de que no tienes que pagar.
Desde allí comenzamos
nuestra ruta por la ciudad, visitando y fotografiándonos con todos y cada uno
de los monumentos más importantes de la ciudad. Tan solo interrumpimos la
visita para comer en una preciosa terraza del centro de la ciudad donde
probamos las famosas pizzas italianas además de su vino. Siendo sinceros, todos
quedamos enamorados de la ciudad y apenados por no poder quedarnos un par de
días más.
A las 6 de la tarde
decidimos volvernos para la villa y preparar una buena “churrascada a la
gallega”, aderezada con un buen vino y un par de baños en la piscina, porque
sinceramente no todo iba a ser visitar monumentos… Y sinceramente, fue una gran
noche.
Etapa 4: San Gimignano- Venecia. Día 1 de Junio, a pesar de tener nuestra
base de operaciones establecida en San Gimignano aún no visitáramos el pueblo.
Aprovechamos los últimos chapuzones en la piscina y partimos rumbo al alma del
norte de Italia. Se nota que es un pueblo con gran afluencia de turistas,
preparado con muchos parkings de pago circunvalándolo. Sin duda es la típica
villa, digna de revista, que representa con detalle la Toscana. La visita
merece la pena sin duda.
Una vez terminada la
visita, arrancamos camino de Venecia, que se encuentra a 3 horas. El camino de
ida era perfecto y genial hasta que te arriesgas a continuar sin echar gasolina
y ves que en muchos kilómetros no encuentras una sola gasolinera… se nos
pusieron de corbata, pero llegamos!!
Decidimos no adentrarnos en el medio de
Venecia con el coche y lo dejamos aparcado en el barrio de Mestre. Nos subimos a un
tren que en 10 min te deja en el centro de la ciudad. Pateamos la ciudad, nos
adentramos por muchas callejuelas y por muchos de sus canales, impregnándonos poco
a poco de la esencia que desprende. Hicimos un alto en la visita para
hidratarnos con una de las bebidas más típicas de Venecia, el Spritz.
Una vez acabada la
visita, a eso de las 12 de la noche, volvimos en nuestros pasos hacia Mestre
para reanudar la ruta, rumbo a Croacia. Pero esto os lo contare en una
siguiente entrega…
Una Barba en Polonia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario